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Ven a aprender y saca el bailarín que llevas dentro.
El baile deportivo, baile de salón llevado al mundo de la competición.
Existen ciertos mitos o falsas creencias referentes al baile deportivo. En este artículo queremos hacerte conocer la parte más real de esta modalidad.
El baile de salón, desde principio del s.XIX, ha formado parte tanto de las celebraciones más glamurosas de la sociedad como de las fiestas populares. Desde entonces, el baile ha ido evolucionando y existen libros oficiales de técnica.
Hay una rama más social (el baile por diversión, simplemente para pasar un buen rato) y la rama de la competición (baile más perfeccionado, con dificultad técnica elevada y creado para competir con otras parejas).
Está claro que cuando alguien tiene “algo especial”, llámalo “glamour” – llámalo “estilo”, es más sencillo que cualquier paso luzca.
Pero no te confundas, eso solamente es una pequeña ayuda para bailar.
Del mismo modo que se ensaya una coreografía, también se hace con el “estilo”. Nadie nace sabiendo, y por supuesto a ser elegante también se aprende.
El talento es simplemente la via rápida para progresar. Es una píldora aceleradora que nos impulsa. Pero simplemente es eso. Nadie vive sólo del talento.
Es mucho más importante la perseverancia y el esfuerzo que el talento.
Los bailarines que llegan más lejos, sin duda son los más trabajadores y constantes en su carrera, no los que lo tuvieron fácil.
Competir, antes que nada, compites contra ti mismo para demostrarte que puedes superarte. Cada pareja tiene sus propios objetivos y el primero de todos es el desarrollo personal y de ambos.
Es cierto que todos queremos ganar, pero debemos tener claro que no a cualquier precio y que realmente el que gana es el que lo está haciendo mejor, creer en el juicio justo. Nadie gana sin esforzarse, todo el mundo entrena.
Competitividad hay, por supuesto. Pero lo importante es el respeto e intentar ejecutar tu baile lo mejor posible. Esto es baile deportivo.
El tiempo, es cuestión de prioridades.
Si tu ilusión es bailar, organiza tu agenda y hazle un hueco.
Programa con tus profesores un calendario de clases que te sea cómodo y no te estrese.. Reserva los ratitos libres que tienes para ensayar.
Si bailar es lo que te hace feliz, dale prioridad.
Pero, ¿de cuánto tiempo estamos hablando?
Para empezar a competir, basta con empezar haciendo una clase o dos a la semana y sobretodo entrenar al menos un par de horitas. Cuánto más hagas, más rápido mejorarás.
Actualmente, no existe límite de edad para competir.
Entonces, ¿por qué te limitas tú?
Las parejas se distribuyen por niveles y por grupos de edad. Estos últimos van desde Juvenil hasta Senior IV (más de 65 años).
Siempre es buena edad para empezar. Incluso muchas parejas esperan a que sus hijos sean mayores o incluso jubilarse para dedicarse a su pasión.
Si llevas tiempo bailando, conocerás ya seguro muchos de los pasos que harás en tu coreografía de competición, así que eso no te debe asustar.
Hay diferentes categorías. En la primera (la categoría 2ªTerritorial) se crea una coreografía con los pasos más básicos de cada baile. A medida que vayas quedando mejor en las competiciones podrás acceder a promocionar a la siguiente categoría y entonces tu coreografía podrá ser un poco más compleja.
Así pues, en el primer año de competición aprenderás esa técnica básica que hace que los pasos sencillos luzcan todavía más y te seguirás encontrando en tu zona de confort.
Esperamos que tus inquietudes vayan dejando paso a tus ganas por competir y pronto te animes con esta completa disciplina.
¡Te esperamos!
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